La abundancia es la experiencia en la que nuestras necesidades se satisfacen con facilidad y nuestros deseos se cumplen de manera espontánea. Experimentamos alegría, salud, felicidad y vitalidad en cada momento de nuestra existencia.
La palabra abundancia proviene del latín “abundantia” y se refiere a mucho de algo. La frase “nadar en la abundancia” se refiere a gozar de un gran bienestar, aunque muchas personas confunden que esta solo se relaciona con el plano material. En realidad, no es así, se puede manifestar abundancia en salud, en bienestar, en amor, en felicidad.
La prosperidad es, por ejemplo: tiempo para disfrutar y gozar de lo que hacemos, la comodidad en nuestra vida, la salud, la belleza, las relaciones, y por supuesto al dinero. La prosperidad hace también referencia a un estado de ánimo.
Si te fijas, es el conjunto de situaciones deseables que cada persona puede manifestar en su vida.
Este estado ideal puedes crearlo tu mismo, el equilibrio en tus finanzas, en tu desarrollo personal, en tu estado físico, en tu vida espiritual, tu familia y tu vida social pueden expresarse a través de estos conceptos.
El éxito y la abundancia son el resultado de tus emociones positivas.
Cambia la percepción que tienes de tus miedos y miralos ahora como oportunidades para mejorar tu vida.
El éxito en el futuro depende del éxito en el presente. Revisa el tipo de pensamientos que tienes, estos pueden ser los causantes que impiden que alcances la vida en abundancia.
Resuelve tus conflictos internos aprendiendo a cambiar tus creencias,
Establece tus metas y desarrolla una visión clara de tu futuro,
Cree en ti mismo y cree en tu capacidad para cambiar cualquier desafío que tengas que enfrentar.
Agradece lo que ya tienes, en lugar de quejarte de lo que te falta
Aprende a ser parte de la solución en lugar de ser una parte del problema
¡ El mejor momento y la mejor hora para hacer los cambios es AHORA!
Sé valiente, decidido/a y perseverante. — Mucha gente abandona justo cuando iban a tener éxito.
Tu riqueza material se basa en tu riqueza emocional y no al revés.
Mejora continuamente lo que haces.
Desarrolla una fuerte y buena opinión de ti mismo