Los maestros van más allá por el bienestar de sus alumnos y a menudo compran materiales escolares necesarios para que el aprendizaje sea un éxito. La deducción por gastos de educación permite a los maestros y administradores elegibles deducir de sus impuestos parte del costo de la tecnología, materiales y adiestramiento. Sólo pueden reclamar esta deducción por los gastos que no fueron reembolsados por su empleador, una subvención u otra fuente.
Quién es un educador elegible:
El contribuyente debe ser un maestro, instructor, consejero, director o ayudante desde nivel kínder hasta 12mo grado. También deben trabajar al menos 900 horas durante el año escolar en una escuela que provee educación primaria o secundaria, según lo determina la ley estatal.
Qué debe saber acerca de esta deducción:
A partir de las declaraciones de impuestos de 2022, los educadores pueden deducir hasta $300 de gastos comerciales o empresariales que no hayan sido reembolsados. Si dos educadores casados presentan una declaración conjunta, el límite aumenta a $600. Estos contribuyentes no pueden deducir más de $300 cada uno.
Para las declaraciones de 2021, el límite es de $250, de $500 para los educadores casados que presentan una declaración conjunta. Mientras los maestros se preparan para el año escolar, deben recordar guardar los recibos después de hacer cualquier compra para respaldar la reclamación de esta deducción.
Los gastos calificados son las cantidades que el contribuyente pagó de su propio bolsillo durante el año tributario.
Estos son algunos de los gastos que un educador puede deducir:
Cuotas de cursos de desarrollo profesional
Libros y materiales escolares
Artículos de protección contra COVID-19 para detener la propagación de la enfermedad en el salón.
Equipo de computación que incluye los programas y servicios relacionados
Otro equipo y materiales usados en el salón de clase
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